Preparación de disoluciones de diferentes concentraciones

Francisco José Martínez Rodríguez

IES Licenciado Francisco Cascales (Murcia)

El concepto de concentración de una disolución y las formas de expresarla son fundamentales en Química. Desde los primeros cursos de ESO se trabaja este concepto,y puede resultar complicado de entender por el alumnado de más corta edad.
Para ello los alumnos prepararán varias disoluciones de sulfato de cobre (II) pentahidrato, harán los cálculos necesarios para obtener las diferentes concentraciones preparadas y comprobarán visualmente que a mayor concentración , mayor es la intensidad del color.
Es conveniente que los alumnos hayan trabajado previamente los conceptos de mezclas homogéneas, concentración y formas de expresar ésta, y pictogramas de peligrosidad de reactivos químicos. No es necesario que estén familiarizados con el trabajo en laboratorio, ya que la práctica puede servir como primera aproximación al trabajo en el laboratorio de química.
Es conveniente que tras esta práctica, en una sesión posterior, se realice la práctica de ‘Obtención de cristales de sulfato de cobre’, para así aprovechar las disoluciones preparadas.

En esta práctica los estudiantes podrán comprobar de forma visual lo que supone la diferencia de concentración en unas disoluciones, facilitando así el aprendizaje significativo de dicho concepto.
De este modo se trabajan los contenidos de mezclas homogéneas, concentración, formas de expresar la concentración, preparación de disoluciones y trabajo en laboratorio.
Asimismo, se pueden tratar contenidos transversales como el cuidado del medio ambiente y la prevención de riesgos.
La práctica está pensada para los primeros niveles de ESO.

Una sesión (55 minutos).

● Sulfato de cobre (II) pentahidrato.
● Agua destilada u osmotizada.
● Balanza de precisión.
● Vasos de precipitados de vidrio de 100 ml.
● Matraces aforados de 100 ml.
● Espátulas o cucharillas.
● Campana de extracción.

● Guantes de látex o vinilo. ● Bata de laboratorio.
Peligro para el medio ambiente
Peligro para la salud

● Dentro de la campana de extracción, en un vaso de precipitados de 100 ml pesar 5 g de sulfato de cobre (II) pentahidrato con la balanza de precisión.
● Añadir agua destilada hasta unos 60 ml y disolver.
● Pasar la disolución a un matraz aforado de 100 ml y enrasar.
● Repetir los pasos anteriores tomando 1 g de sulfato de cobre (II).
● Evaluar visualmente el aspecto de las dos disoluciones, comprobando que la más concentrada tiene una mayor intensidad de color.

Los restos de sulfato de cobre (II) sólido y sus disoluciones son tóxicos para organismos acuáticos y no pueden eliminarse de forma convencional.
Debe prepararse un contenedor especial para guardar los residuos de sulfato de cobre (II), que deberá ser eliminado por un gestor de residuos autorizado.
Siguiendo la filosofía de las ‘tres Rs’ (reducir, reutilizar, reciclar) es conveniente continuar esta práctica con la de ‘Obtención de cristales de sulfato de cobre’, pues permite reducir la cantidad de residuo al eliminar el agua de las disoluciones, dejando sólo residuos sólidos.

– Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (2018). ICSC 1416 Sulfato de cobre (II) pentahidrato. Recuperado de: http://www.ilo.org/dyn/icsc/showcard.display?p_version=2&p_card_id=1416&p_lang=es

Imágenes de la práctica

Vídeo de la práctica

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