Este experimento suele ser conocido como “hielo instantáneo”, ya que parece “congelarse” de inmediato un líquido con la apariencia del agua. Curiosamente, es el fundamento de esas bolsas que se encuentran en algunos comercios, que crean frío (hielo), con solo golpear el interior de la bolsa. Pero antagónicamente, es el proceso inverso al que nos referimos el que causa tal efecto “endotérmico” (proceso que absorbe energía del medio).
A la hora de crear cristales de acetato sódico nos vamos a basar en el principio de la solubilidad. La solubilidad es la capacidad que tiene una sustancia de disolverse en un disolvente. Cuanto mayor sea su solubilidad, mayor cantidad de esa sustancia podremos disolver.
Cuando una disolución no admite más soluto, a una temperatura dada se dice que está saturada a dicha temperatura. Pero si elevamos la temperatura es posible disolver una mayor cantidad de soluto que, generalmente, precipitará al enfriar.
En ocasiones, es posible que no ocurra tal precipitación y la disolución es inestable, de modo que al agregar un núcleo de cristalización, ocurre rápidamente la cristalización.
Pero…¿Qué es la cristalización? Podría definirse como la operación de transferencia de materia y energía en la que se forma un sólido desde una fase homogénea. Y para que esto suceda, debe existir sobresaturación.