Los autores saben lo que funciona y lo que no funciona en el laboratorio, ya que han puesto a punto muchas prácticas de Química en su labor docente y colaborando intensamente en ferias de ciencia, olimpiadas de Química, y todo tipo de eventos donde se intenta potenciar la Química. Es decir, la ciencia que más ha contribuido al bien estar del ser humano. Esta contribución, en muchas ocasiones, ha ido de la mano de explosiones, incendios, quemaduras, intoxicaciones… al usar o desarrollar productos inflamables, cáusticos, ponzoñosos… En los Centros de Formación se siguen realizando prácticas de Química con productos potencialmente peligrosos que deberían ser replanteadas en términos de Prevención y Seguridad.
Tras muchos años en la industria química, donde la Prevención de Riesgos es fundamental, fui testigo, en mi primer día de clase, de un desagradable accidente en un laboratorio docente. Una botella de vidrio, en la que un alumno había mezclado agua con ácido sulfúrico concentrado, explotó. Dos alumnos resultaron salpicados en la cara con ácido concentrado, pero gracias a una rápida intervención todo se quedó en un desagradable susto. Desde entonces, todas las prácticas de química que he planteado a mis alumnos han seguido el estándar de seguridad utilizado en la industria química, donde los aspectos del PRL se trabajan antes de realizar la práctica.
El desarrollo de este manual de prácticas se ha planteado para aportar un granito de arena en este sentido. Los que nos dedicamos a la docencia tenemos la responsabilidad de buscar la alternativa más segura al realizar prácticas de Química en el laboratorio, sobre todo con alumnos inexpertos…. aunque hacer experimentos con gaseosa también puede ser peligroso…En el sistema educativo necesitamos más Prevención en la Química para hacer más Química práctica en los niveles iniciales y enganchar a los alumnos.
Reacciones como la oxidación de glicerina con permanganato, la termita, la oxidación de sodio metálico en agua o la reacción que a veces usan en los submarinos para generar oxígeno (clorato sódico, dióxido de manganeso y magnesio en polvo) deberían evitarse por su peligrosidad. No obstante, estas reacciones suelen ser muy ilustrativas por lo espectacular y a veces merece la pena abordarlas. Como el riesgo es directamente proporcional a las cantidades utilizadas, se recomienda minimizarlas. En este manual también se abordan algunas reacciones que pueden presentar ciertos riesgos pero que si se realizan adecuadamente nunca pondrán en peligro al alumnado, a estas prácticas las hemos llamado “de bajo riesgo”.
Plantear alternativas más seguras siempre es factible y debería ser el Norte que guíe la práctica docente. Este manual pretende ser un ejemplo de que esto sí es posible. Espero que tenga una buena acogida entre los docentes, que es a quienes va dirigido.
Juan Antonio Madrid Mendoza
Prólogo
Un aprendizaje práctico
Un aprendizaje práctico, hoy en día llamado comúnmente learning by doing, es una metodología que hemos utilizado en la enseñanza de la Química a lo largo de los años facilitando que el alumnado se familiarice desde el primer momento con los trabajos propios del laboratorio. La realización de experimentos con los alumnos provoca que aumente su interés por la materia y, además, sirve de motivación al profesorado en sus labores docentes en esta apasionante parte de la Ciencia. La mejor manera de adquirir buenos hábitos de seguridad en un laboratorio es realizar prácticas controladas en este espacio en concreto. Adquirir competencias relacionadas con la seguridad y salud en el trabajo de laboratorio a través del aprendizaje activo, donde cada sesión es una experiencia, proporciona a la metodología un plus puesto que incorpora además dinámicas de trabajo en equipo y estimula la creatividad y el pensamiento crítico.
“Manual de Prácticas de Química sin riesgos”, es un manual que recoge buenas prácticas en la docencia en los laboratorios de química para mejorar su seguridad y eficiencia, resultará de gran interés para los docentes convencidos de que la importancia de la prevención también interesa a los alumnos.
Beatriz Miguel Hernández
Agradecimientos
Desde el CRN de Química queremos agradecer la confianza y el apoyo de Dª Carmen Menéndez González-Palenzuela (Subdirectora General de Políticas Activas de Empleo – SEPE) y de Dª Almudena Mazuelas Esteban (Jefa de Servicio de Centros de Referencia Nacionales – SEPE) para hacer posible el desarrollo de este manual innovador de «Prácticas de Química sin Riesgos».