La lejía es un producto de limpieza de uso común en los hogares. Se utiliza como desinfectante y decolorante habitual. Se trata de una disolución acuosa de hipoclorito de sodio de concentración inferior al 5% en los productos de uso doméstico. Su carácter altamente oxidante lo hace muy eficaz como desinfectante contra hongos, bacterias e incluso virus (se utiliza como desinfectante de superficies donde pueda haber Covid-19)
La reacción del hipoclorito sódico con peróxido de hidrógeno produce oxígeno que, en las condiciones experimentales habituales en un laboratorio escolar, puede evidenciar, a simple vista, la producción de una reacción química.
Por otra parte, con esta reacción se puede ir un poco más allá experimentalmente, y conseguir medir el volumen de un producto de reacción gaseoso. Incluso, se pueden aplicar conocimientos estequiométricos y de las leyes de los gases para determinar la concentración de hipoclorito de sodio en la lejía.
NaClO(ac) + H2O2(ac) NaCl(ac) + H2O(l) + O2(g)
Teniendo en cuenta, la estequiometría de la reacción, por cada mol de hipoclorito de sodio que reaccione se forma un mol de oxígeno molecular, las condiciones ambientales de presión y temperatura, el valor de la densidad de la lejía y la ecuación de los gases ideales se puede determinar el tanto por ciento de hipoclorito de sodio presente en la lejía de uso doméstico.